martes, 27 de mayo de 2014

El IPN libera tortugas para investigación marina

Científicos del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR), Unidad Sinaloa, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), liberaron seis tortugas en la Playa Las Glorias, del municipio sinaloense de Guasave, para estudiar su ruta migratoria vía satélite y el uso de hábitat en el Golfo de California.

            De los seis quelonios, tres eran de la especie Chelonia agassizii (tortuga negra) y se encontraban en rehabilitación en las instalaciones politécnicas y el resto eran de la especie Caretta caretta (tortuga amarilla) y fueron capturados para llevar en su caparazón, pegado con resina epóxica, un transmisor conectado al sistema satelital ARGOS, que permitirá rastrear y conocer la ubicación, durante un año, de Umi, Baawe y La Hija del Señor a través de la página web www.seaturtle.org

            En esa página, de carácter internacional, hay una casilla denominada Resources-tracking que contiene otra más llamada Animal finder; donde se podrá escribir el nombre de cualquiera de las tres tortugas para darles seguimiento y conocer su ubicación en un mapa.
Esta semana se activará en la página web www.seaturtle.org la información del proyecto “Tortugas Amarillas del Golfo de California”, para poder seguir su rastro.

            El coordinador de este proyecto es el Dr. Alan Zavala Norzagaray, Subdirector de Servicios Educativos e Integración Social del CIIDIR Sinaloa y Profesor Investigador a cargo del Programa de Protección y Conservación de Vida Silvestre, quien precisó que el nombre común de los reptiles liberados con el rastreador satelital es tortuga amarilla, perica o caguama.

Su nombre científico es Caretta caretta y anida en Japón desde donde tiene una ruta migratoria hacia las costas de Hawaii y México para alimentación y desarrollo, agregó el investigador quien estuvo acompañado por la Directora General del IPN, Yoloxóchitl Bustamante Díez; la Directora del CIIDIR Sinaloa, Diana Cecilia Escobedo Urías, y Norma Patricia Muñoz Sevilla, Secretaria de Investigación y Posgrado del Politécnico.
Atestiguaron representantes de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), de las organizaciones Grupo Tortuguero de las Californias, A.C., Red Tortuguera A.C. y de la Federación de Pescadores, ante quienes Zavala Norzagaray refirió que en la edad adulta -no es el caso de las liberadas-, las tortugas alcanzan la madurez sexual y migran de regreso a Japón.
“Ya se demostró con estudios previos con transmisores satelitales -como los que llevan las tortugas liberadas-, por la Organización del Grupo Tortuguero de las Californias, la cual involucra a un grupo de investigadores a nivel nacional e internacional”, comentó.
Refirió que en 1996, la primera tortuga que marcaron de esta especie, de nombre Adelita, inmediatamente regresó a Japón después de su liberación, información que puede ser consultada en la página antes mencionada; se trató de una tortuga hembra adulta que se encontraba en cautiverio, en Bahía de Los Ángeles, Baja California.

En el caso del CIIDIR, dijo que se estudia a las tortugas desde la biología en general, identificando primero las especies que se tienen en las costas de Sinaloa, cuyo mar es muy productivo; “por eso es tan importante la pesca y aquí tenemos las cinco especies del Pacífico, dentro del Golfo de California, en frente de las costas de Guasave, Angostura y Ahome”.
Por ello, subrayó que es importante esta liberación con los transmisores, porque “queremos documentar la ruta migratoria y es la primera vez que se capturan tortugas amarillas en las costas de la zona sur del Golfo de California”.

ACTIVACIÓN DE SENSORES
La información que se va a generar con estos transmisores servirá para entender el hábitat en el Golfo de California, saber a dónde van estos animales y poder diseñar  estrategias más adecuadas para su protección y conservación.
Umi, Baawe y La Hija del Señor llevan cada una un transmisor Spot 5 de la empresa Wildlife computers que posee dos sensores, uno en la parte superior y otro en la parte trasera. Cuando el animal suba a respirar y permanezca lo suficiente para que los sensores detecten el aire, el transmisor satelital se encenderá para generar una posición geográfica. Está apagado cuando la tortuga se encuentra bajo el agua para ahorrar batería y prolongar el tiempo de la investigación.
En las aletas traseras la tortuga lleva una placa de material especial anticorrosivo con un número de serie, único en el mundo, que también ayuda a conocer las rutas migratorias si la tortuga es recapturada en algún sitio de anidación o alimentación.
“Esas placas pueden durar más de 10 años”, apuntó el científico politécnico, mientras que la Directora General del IPN, Yoloxóchitl Bustamante Díez, celebró el desarrollo de este proyecto de investigación y “ojalá muchas organizaciones e instituciones participen en más proyectos de esta naturaleza”.
A su vez, Norma Patricia Muñoz Sevilla, Secretaria de Investigación y Posgrado del Politécnico, señaló que “a los niños podemos enseñarles desde temprana edad el beneficio del cuidado de los animales y la naturaleza”.

Señaló que estos proyectos sólo son exitosos cuando la comunidad se involucra en ellos, por lo que agradeció a los pescadores que, en lugar de comerse las tortugas, las lleven al CIIDIR Sinaloa del Instituto Politécnico Nacional.

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