Científicos del Centro Interdisciplinario de Investigación para el
Desarrollo Integral Regional (CIIDIR), Unidad Sinaloa, del Instituto
Politécnico Nacional (IPN), liberaron seis tortugas en la Playa Las Glorias,
del municipio sinaloense de Guasave, para estudiar su ruta migratoria vía
satélite y el uso de hábitat en el Golfo de California.
De los seis
quelonios, tres eran de la especie Chelonia
agassizii (tortuga negra) y se encontraban en rehabilitación en las
instalaciones politécnicas y el resto eran de la especie Caretta caretta (tortuga amarilla) y fueron capturados para llevar
en su caparazón, pegado con resina epóxica, un transmisor conectado al sistema
satelital ARGOS, que permitirá rastrear y conocer la ubicación, durante un año,
de Umi, Baawe y La Hija del Señor a través de la página web www.seaturtle.org
En esa página, de
carácter internacional, hay una casilla denominada Resources-tracking que contiene otra más llamada Animal finder; donde se podrá escribir
el nombre de cualquiera de las tres tortugas para darles seguimiento y conocer
su ubicación en un mapa.
Esta semana se activará en la página web www.seaturtle.org la información del
proyecto “Tortugas Amarillas del Golfo de California”, para poder seguir su
rastro.
El coordinador de
este proyecto es el Dr. Alan Zavala Norzagaray, Subdirector de Servicios Educativos e Integración
Social del CIIDIR Sinaloa y Profesor Investigador a cargo del Programa de
Protección y Conservación de Vida Silvestre, quien precisó que el nombre común
de los reptiles liberados con el rastreador satelital es tortuga amarilla, perica
o caguama.
Su nombre
científico es Caretta caretta y anida
en Japón desde donde tiene una ruta migratoria hacia las costas de Hawaii y
México para alimentación y desarrollo, agregó el investigador quien estuvo
acompañado por la Directora General del IPN, Yoloxóchitl Bustamante Díez; la
Directora del CIIDIR Sinaloa, Diana Cecilia Escobedo Urías, y Norma Patricia
Muñoz Sevilla, Secretaria de Investigación y Posgrado del Politécnico.
Atestiguaron
representantes de la Comisión Nacional de
Áreas Naturales Protegidas (CONANP), de las organizaciones Grupo Tortuguero de
las Californias, A.C., Red Tortuguera A.C. y de la Federación de Pescadores, ante quienes Zavala Norzagaray
refirió que en la edad adulta -no es el caso de las liberadas-, las tortugas
alcanzan la madurez sexual y migran de regreso a Japón.
“Ya se demostró
con estudios previos con transmisores satelitales -como los que llevan las
tortugas liberadas-, por la Organización del Grupo Tortuguero de las
Californias, la cual involucra a un grupo de investigadores a nivel nacional e
internacional”, comentó.
Refirió que en
1996, la primera tortuga que marcaron de esta especie, de nombre Adelita,
inmediatamente regresó a Japón después de su liberación, información que puede
ser consultada en la página antes mencionada; se trató de una tortuga hembra
adulta que se encontraba en cautiverio, en Bahía de Los Ángeles, Baja
California.
En el caso del
CIIDIR, dijo que se estudia a las tortugas desde la biología en general, identificando
primero las especies que se tienen en las costas de Sinaloa, cuyo mar es muy
productivo; “por eso es tan importante la pesca y aquí tenemos las cinco
especies del Pacífico, dentro del Golfo de California, en frente de las costas
de Guasave, Angostura y Ahome”.
Por ello, subrayó que es
importante esta liberación con los transmisores, porque “queremos documentar la
ruta migratoria y es la primera vez que se capturan tortugas amarillas en las
costas de la zona sur del Golfo de California”.
ACTIVACIÓN DE SENSORES
La información que se va a
generar con estos transmisores servirá para entender el hábitat en el Golfo de
California, saber a dónde van estos animales y poder diseñar estrategias más adecuadas para su protección
y conservación.
Umi, Baawe y La Hija del Señor llevan cada una un
transmisor Spot 5 de la empresa Wildlife computers que posee dos sensores, uno
en la parte superior y otro en la parte trasera. Cuando el animal suba a
respirar y permanezca lo suficiente para que los sensores detecten el aire, el
transmisor satelital se encenderá para generar una posición geográfica. Está
apagado cuando la tortuga se encuentra bajo el agua para ahorrar batería y
prolongar el tiempo de la investigación.
En las aletas traseras la tortuga
lleva una placa de material especial anticorrosivo con un número de serie,
único en el mundo, que también ayuda a conocer las rutas migratorias si la
tortuga es recapturada en algún sitio de anidación o alimentación.
“Esas placas pueden durar más de
10 años”, apuntó el científico politécnico, mientras que la Directora General
del IPN, Yoloxóchitl Bustamante Díez, celebró el desarrollo de este proyecto de
investigación y “ojalá muchas organizaciones e instituciones participen en más
proyectos de esta naturaleza”.
A su vez, Norma
Patricia Muñoz Sevilla, Secretaria de Investigación y Posgrado del Politécnico,
señaló que “a
los niños podemos enseñarles desde temprana edad el beneficio del cuidado de
los animales y la naturaleza”.
Señaló que estos proyectos sólo
son exitosos cuando la comunidad se involucra en ellos, por lo que agradeció a
los pescadores que, en lugar de comerse las tortugas, las lleven al CIIDIR Sinaloa del
Instituto Politécnico Nacional.
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